“¿Qué te pasa?, ¡Hazlo!, me siento triste, yo sé que todo irá bien, las pastillas no funcionan, deberías ser mejor, realízalo, anda, soy genial, vamos, vamos, vamos , vamos, ¡hazlo!” Son muchas de las cosas que podemos escuchar cuando tenemos alucinaciones sonoras provocadas por la esquizofrenia, una enfermedad mental compleja.
Diagnosticar a una persona con esquizofrenia implica tener claro que este padecimiento es un conjunto de trastornos mentales crónicos y graves, dentro de los cuales el más perceptible es la alteración de la percepción o la expresión de la realidad. Esta alteración genera un cambio en varios aspectos del funcionamiento mental del individuo, principalmente de la conciencia de la realidad, lo cual lleva a una dificultad para mantener conductas dirigidas a metas. La padece el 1% de la población. Si los abuelos la tuvieron, hay una probabilidad de tenerla del 3% y del 40% si se presenta en los padres.
Los estudios para conocer la causa de esta enfermedad se han realizado desde principios del siglo XX y aún se sigue investigando sobre ello. Muchos de los estudios sugieren que el material genético está muy relacionado con la probabilidad de padecer esquizofrenia, mientras que otros lo relacionan con el entorno social, los procesos psicológicos e incluso defectos durante el desarrollo neuronal.
Las alucinaciones (síntoma característico de la esquizofrenia) hacen al sujeto sentir que su experiencia se refiere a la realidad externa aunque no sea así. Podemos decir que “percibimos cosas, sonidos, objetos y situaciones; pero que éstas no son reales” como lo menciona Eugen Bleuler, quien describió el término “schizophrenias” en 1908.
En palabras del Dr. Oscar Galicia, especialista en neurología del Hospital Ángeles en la Ciudad de México: “Podemos llegar a sufrir de alucinaciones en diversas situaciones como al drogarnos o comer algo que contiene toxinas, sin embargo el paciente esquizofrénico presenta alucinaciones que son muy reales, al extremo de que podemos convencer a una persona con este padecimiento y hacerle creer que su familia, amigos y compañeros de trabajo no existen; pero jamás lograremos convencerlo de que las alucinaciones que sufre no son reales"
No obstante, las alucinaciones auditivas son las que caracterizan a esta enfermedad. Comprenden toda clase de estímulos, desde silbidos o golpes, hasta palabras e incluso órdenes o instrucciones. El aspecto más curioso es la procedencia de la voz, pues en muchos casos, los alucinadores pueden mencionar exactamente cual es el lugar físico desde donde proviene la voz que les habla. El contenido es variado y puede tratarse de personajes históricos o ficticios quienes les hablan. Se pueden dar una amplia gama de variedades en la alucinación auditiva, por ejemplo, el eco de pensamiento, en el que el paciente oye sus propios pensamientos o los imperativos, que empujan a la persona a desarrollar acciones de todo tipo.
El tratamiento más común para la esquizofrenia comienza por el consumo de fármacos, éstos son conocidos como neurolépticos, que se encargan de eliminar las voces y las visiones, reducir creencias falsa, disminuir la agitación, ayudar a la concentración, reducir los miedos y ayudan al habla coherente. Su mayor efecto es tener emociones apropiadas al contexto y desarrollar empatía (identificarse con las emociones de los demás).
Una creencia que la sociedad tiene sobre la esquizofrenia es que los que la poseen son personas violentas debido a los delirios y alucinaciones que sufren. La verdad es otra, existe más posibilidad de que sean víctimas que verdugos.
Actualmente se realizan estudios para conocer más acerca de este padecimiento, su tratamiento y sus causas. Así que los trabajos aún no terminan y esta misteriosa enfermedad tiene mucho que decirnos aún.
Redacción: Rogelio Trejo