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Dama blanca psicoactiva. (Segundo lugar. Primer concurso de notas de divulgación científica)


Alguna vez, alguien mencionó que los fármacos no crean nuevos efectos en el cuerpo, más bien los regulan, siendo capaces de inhibir la síntesis de ciertas sustancias que causan dolor o de estimular la producción de otras que causan placer. Imagina que pudieras sentirte como enamorado con tan sólo tomar una tableta y lo mejor de todo: sin sufrir las consecuencias del despecho ¡sería genial! Así comienza esta historia que muchos han escuchado y que otros tantos han experimentado con intensos efectos. Algunos la conocen como snow, coke, talco o dama blanca: la cocaína; cuyo compuesto activo se ha utilizado desde hace miles de años al masticar las hojas del árbol de coca y que como droga sintética recreativa tuvo un auge de consumo entre la década de los 80 y 90.

Anteriormente la cocaína tenía un amplio uso médico. Se utilizaba como anestésico local en ciertos tipos de cirugías, hasta que se comprobó que era un estimulante extremadamente adictivo y que interfería en la comunicación normal entre neuronas (sinapsis). Dicha comunicación está mediada por mensajeros químicos llamados neurotransmisores (moléculas presentes en el sistema nervioso central) que llevan un mensaje químico de neurona a neurona. Durante la comunicación entre neuronas, es necesario que el cuerpo regule la cantidad e intensidad de las estimulaciones, es algo similar a lo que pasa en los debates: hay un moderador que controla la cantidad de mensajes entre las personas y de cierta manera establece un orden en la comunicación que habrá.

Así como el moderador, el cerebro cuenta con diversos mecanismos para regular la sinapsis, siendo uno de ellos la re-captación de las sustancias que liberan las neuronas. Dicho de otra forma, se atrapa el neurotransmisor y se lleva de vuelta al lugar de dónde fue liberado para detener la comunicación química entre estas células. Pero ¿qué pasa con la cocaína?

La cocaína impide la re-captación de los neurotransmisores noradrenalina y dopamina; en consecuencia, el mensaje que debería durar muy poco tiempo se prolonga e intensifica. Las consecuencias del suceso tienen algunos efectos como la euforia, alegría, aumento de presión arterial, dilatación de las pupilas y aumento de la temperatura corporal, siendo dicho efectos regulados por los neurotransmisores implicados.

Realmente las sensaciones con el consumo de cocaína no son nuevas para el cuerpo. Se ha observado que la actividad cerebral de una persona bajo los efectos de la cocaína es muy similar a la de otra bajo los efectos del amor pasional; es por ello que algunos busquen prolongar estas sensaciones. Tentador ¿no lo crees? Sin embargo, hay que reflexionar en el precio físico y psicológico que se podría pagar, pues una vez que hayas caído en los brazos de la dama blanca, te sería muy difícil escapar de ella.

Redacción: Aldo Javier Hernández López. Ganador del segundo lugar en el "1er concurso de notas de divulgación científica"

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