Tal vez no conociste a Martha, yo tampoco la conocí; esto puede resultar evidente si te digo que Martha murió hace cien años, el 1 de septiembre de 1914. El que haya tenido un nombre y el que se recuerde la fecha exacta de su muerte, nos dice lo especial que fue.
Hace no mucho tiempo, el ave más abundante que haya existido sobre el planeta, aún surcaba los cielos del norte de México y gran parte del resto de Norteamérica. Si te digo que era abundante, es porque realmente lo era: las parvadas estaban conformadas por miles de individuos, incluso ¡miles de millones! Eran tantos, que los relatos cuentan que oscurecían la luz del mediodía como un eclipse. Se trata de la paloma viajera (Ectopistes migratorius).
Únicamente hubo algo más grande que el volumen de sus parvadas, y fue la saña con la que el hombre la persiguió y exterminó. Para entonces, la carne más barata en EUA era la de paloma. ‘En un solo día de 1878, un grupo de hombres dio muerte a más de mil millones de palomas en un sitio de anidación del estado de Michigan’. Las personas jamás imaginaron que un animal tan abundante pudiera extinguirse algún día.
Martha nunca conoció la gloria de su estirpe, nació en cautiverio en 1885, cuando las poblaciones silvestres habían sido ya fuertemente diezmadas, sin embargo, se piensa que para entonces la especie ya estaba condenada. El efecto Allee describe cómo en ciertos animales sociales, una pequeña disminución en el número de individuos puede llevar a la entera extinción de la población por cuestiones conductuales, fisiológicas o reproductivas que no les permiten subsistir en grupos pequeños.
Probablemente las últimas palomas no fueron capaces de hallar sitios de alimentación y reproducción, al no poder formar las inmensas parvadas necesarias para su vida social normal. Por supuesto, la brutal cacería humana hizo que la especie fuera susceptible al efecto Allee.
Cuando Martha aún vivía en el zoológico de Cincinnati, su especie estaba en realidad ya extinta.
Fuente original: Arita, H. T. 2011. Antologías de la revista Ciencias. I. Del bestiario. Siglo XXI de México. UNAM. 214 pp.
Redacción: Martín Cabrera