Recientemente se publicó un artículo en la revista científica Journal of Vertebrate
Paleontology, donde se describe una nueva especie de cetáceo, un delfín de río que se incluye en el extinto grupo llamado squalodelfinidae. La especie se nombró Huaridelphis raimondii y se sabe que vivió desde hace 28 millones de años y se extinguió hace 16 millones. El fósil fue hallado en la Cuenca de Pisco, Perú, en una región desértica de gran interés para los paleontólogos, en especial para los dedicados al estudio de los cetáceos fósiles.
Fotografía del craneo de una Huaridelphis raimondii. Crédito de uno de los autores del artículo original donde se describe la nueva especie de delfín de río. Fotografía de G. Bianucci.
Anteriormente, en la Cuenca de Pisco se han encontrado especímenes de cetáceos que permitieron completar el registro fósil del grupo, sin embargo lo que más llama la atención es lo bizarro de algunas de las especies del sitio. Buen ejemplo de los excepcionales hallazgos, es un odontoceto (cetáceo con dientes) muy parecido a un cachalote pero con dientes en ambos maxilares y un delfín con apariencia de morsa.
Reconstrucción de la apariencia de un Livyatan melvillei.
Livyatan melvillei es el nombre científico que se le asignó al cetáceo dentado similar a los cachalotes, y que de hecho formó parte de la misma familia de los actuales, sin embargo el Livyatan se extinguió y sus registros datan de entre hace 12-13 millones de años. El cachalote moderno cuenta con grandes dientes, pero únicamente en la mandíbula, es decir, en la parte inferior de la boca, el Livyatan contaba con dientes en ambos lados de la boca, lo cual le proporcionaba un aspecto que sería un tanto feroz para nosotros en la actualidad. El nombre de su género proviene de la palabra “leviatán”, que se refiere a un monstruo marino bíblico de grandes proporciones. La escritura del género asignado a la especie, proviene del hebreo, que es el origen inicial de la referencia al leviatán. La segunda palabra de su nombre científico se le asignó en honor a Herman Melville, autor de ‘Moby Dick’, libro donde se hace una alegoría bíblica alrededor de un feroz cachalote. El Livyatan alcanzaba longitudes de hasta 17.5 metros y se cree que era un temible depredador que competía con otro grande carnívoro del mismo periodo, el megalodón, que fue el tiburón más grande que ha existido.
Reconstrucción de la apariencia de un Odobenocetops. Imagen tomada de Wikipedia.
Otro ejemplo de los cetáceos extintos encontrados en Pisco, es el Odobenocetops peruvianus, el cual fue un delfín con aspecto de morsa, que portaba un par de grandes colmillos, similares a los de una morsa. El género asignado a dicho delfín, es una mezcla entre el nombre científico de las morsas (Odobenus rosmarus), que hace referencia a sus grandes dientes, y el vocablo ‘cetus’, que se refiere a los cetáceos.
Los animales marinos de las épocas geológicas pasadas, pero cercanas a la actual, han permitido encontrar especies extintas que fascinan la imaginación y el conocimiento de los científicos. Muchas de estas especies presentan características similares a las de las actuales, pero que sin embargo pueden mezclarse con elementos que resultan extraños a nuestra identificación familiar de la fauna reciente.
Referencia del artículo donde se describe la especie nueva de delfín de río: O. Lambert, G. Bianucci and M. Urbina. 2014. Huaridelphis raimondi, a new Miocene Squalodelphinidae (Cetacea, Odontoceti) from the Chilcatay Formation, Peru. Journal of Vertebrate Paleontology 33(5).
Redacción: Antonio Nambo