Era el verano de 1944 y las tropas norteamericanas intentaban retomar el control del territorio francés ingresando por Normandia. En las fincas de esta pequeña ciudad, los límites entre terrenos eran marcado por bajos muros de roca entramados con enredaderas y arbustos denominados "Bocage", lo que se convertiría en una ventaja para los alemanes y una pesadilla para los norteamericanos.
Para sortear este obstáculo se usaron tanques de guerra que desarmaban los muros y que podían lanzar bombas de fósforo blanco que tenían efectos espantosos sobre los ametralladores alemanes y creaban densas nubes de humo.
¡Un momento! El fósforo es un elemento fundamental para la vida humana, entonces ¿Cómo es que se usó como bomba para quemar a los nazis?
Aunque el fósforo es parte fundamental de los huesos y los dientes, los átomos de éste pueden acomodarse de diversas maneras, como lo hace el carbono formando materiales con características muy diferentes como el grafito o los diamantes, estas formas son denominadas alótropos. El fósforo blanco (P4) es una forma alotrópica del fósforo que posee características sumamente peligrosas.
Este tipo de fósforo arde espontáneamente a 30°C y se convierte en otro tipo de alótropo más estable denominado fósforo rojo. La reacción suele ser luminosa, violenta, rápida y si se lleva a cabo con un aumento de temperatura puede ser fatal. El fósforo blanco es insoluble en agua, algunas historias de soldados narran que al ser rociados por las partículas incendiarias de este tipo de bombas se arrojaban a los ríos o lagos del lugar para detener la reacción, pero al salir, el fósforo continuaba con la combustión, provocándoles quemaduras, por lo que muchos se suicidaban para no sufrir. De hecho, este alótropo reacciona hasta agotarse o hasta que no haya presencia de oxígeno, por lo que una vez en contacto con la piel, provoca quemaduras muy serias que pueden llegar hasta el hueso. Es por ello que en los servicios médicos se recurre a la amputación parcial o total de las zonas lesionadas.
Actualmente, las convenciones internacionales permiten este tipo de bombas con fines militares en zonas abiertas pero no habitadas, es decir, no contra los civiles. Sin embargo, en el actual conflicto de Palestina se han utilizado estas bombas contra la población lo cual ha traído consecuencias irreparables en niños y adultos, lo que resulta reprobable.
Redacción: Eduardo González