Uno de los aspectos más complejos de la conducta humana es nuestra capacidad de reír. La risa nos ha desconcertado durante cientos de años, ya que es difícil imaginar cómo se ha desarrollado este extraño comportamiento. Sin embargo, hoy en día tenemos una interesante visión acerca de la risa. Se ha propuesto que la evolución de la risa está íntimamente ligada a la evolución del cerebro humano, esta hipótesis llamada EL CEREBRO SOCIAL fue propuesta por Pedro Marijuán y Jorge Navarro del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud en España. Ellos argumentan que existen evidencias para sostener que una parte fundamental de la evolución del cerebro humano, ocurrió al mismo tiempo en que los humanos tuvieron necesidad de congregarse en grupos más grandes. Cuando existen grupos más grandes de individuos, naturalmente se genera una mayor complejidad social. Así pues, ante las demandas sociales de vivir en grupos grandes, el cerebro humano se adaptó dando lugar a mejores respuestas para mejorar la convivencia. La hipótesis del cerebro social es que el lenguaje evolucionó como una forma de establecer y fortalecer vínculos con un mayor número de personas en un período de tiempo más corto. La risa es simplemente una extensión de este proceso, dicen Marijuán y Navarro , dado que el acto de hablar limita el número de personas que pueden tomar parte en una conversación, la risa es un método que los individuos utilizan para señalar su participación en grupos más grandes. Como consecuencia de este proceso evolutivo, la gente que ríe más nos resulta más agradable.
Redacción: Patricia Torres