Los pangolines son mamíferos pertenecientes a un grupo denominado -pholidotos-, que significa “cubierto de escamas” y hace referencia a la cobertura externa de las ocho especies pertenecientes a dicho grupo. Estas especies se distribuyen en la región central y sur de África y en varios países asiáticos, incluidas algunas islas del archipiélago Indo-Malayo. Las ocho especies pertenecen al género Manis, que significa “espectro”, palabra que se le adjudico debido a sus hábitos nocturnos y apariencia inusual. Al desplazarse, los pangolines caminan sobre sus dos patas traseras, debido a que su cola es muy pesada y sus patas delanteras muy cortas, provocando que su peso se incline a la parte trasera del cuerpo e impidiendo que las patas delanteras toquen el suelo. El pangolín es un buen ejemplo de “convergencia evolutiva”, esto es, cuando evolucionan estructuras similares de manera independiente y en situaciones distintas. Dicha convergencia del pangolín ocurre con algunas estructuras de los osos hormigueros y los armadillos, los cuales sin embargo, son grupos propios del continente americano. En particular, los pangolines guardan un gran parecido con los armadillos, aún así, pertenecen a grupos separados. Su alimentación se basa en el consumo de termitas y hormigas, las cuales obtienen excavando con sus poderosas patas y garras. A pesar de no ser su principal defensa, se cree que el pangolín puede partir la pierna de un humano ¡de un solo golpe! El pangolín tiene una glándula situada cerca del ano de la cual puede liberar un ácido maloliente, el cual le sirve de defensa. En momentos en los que se siente amenazado y sin salida, recurre a su particular forma de protección, se enrosca sobre si mismo y queda cubierto por sus fuertes escamas. Si quieres ver a un pangolín caminando en su particular manera y buscando alimento, te invitamos a observar el siguiente enlace.
Redacción: Antonio Nambo